De acuerdo con la tradición marinera, desde tiempo inmemorial se ha acostumbrado a bautizar los barcos con un nombre que recuerde a algún personaje histórico, hecho naval importante, etc.; algunos de estos nombres se han repetido a lo largo del tiempo en varios barcos. No podía faltar Don Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, en este padrinazgo; aunque con retraso y, después, con olvido, ha habido, sin embargo, alguna unidad de nuestra Armada que ha llevado tan glorioso nombre; así fue bautizado con el de "Don Alvaro de Bazán" un vapor de guerra, que anteriormente se denominó "Regente"; construido en 1840, en los Estados Unidos, fue excluido en La Habana el año 1871; con cinco cañones y máquina de 160CV. Otro vapor de guerra hubo "Don Alvaro de Bazán", adquirido en los Estados Unidos el año 1873, prestó servicios en el apostadero de La Habana; con dos cañones y máquina de 220CV.
Ya, años más tarde, y en los astilleros de Vila y Compañía, de La Graña (El Ferrol), fue botado, el 14 de agosto de 1897, el "Alvaro de Bazán", construido bajo la dirección del ingeniero naval don Andrés Comerma. Sus principales características eran: Desplazamiento y dimensiones, 823 toneladas; eslora 71,92 y manga 8,25; 17 nudos de velocidad; propulsión, 2 H. dos máquinas dobles de triple expansión y calderas tipo locomotora, potencia a tiro forzado, de 2.500 a 3.500 caballos; armamento, ocho piezas Nordenfelt de 57 mm y dos ametralladoras de 7 mm; la dotación era de 125 hombres. Como crucero de tercera clase, más bien cañonero, sus máquins fueron construidas por la Maquinista Terrestre y Marítima, de Barcelona; por el año 1910 sufrió algunas reformas en su estructura. Intervino, año 1907 , durante los sangrientos sucesos ocurridos en Casablanca, bombardeando la plaza y enviando un destacamento para protección de nuestra representación consular y de los intereses y vidas de los españoles allí residentes. Por el año 1909 también intervino en las operaciones contra los rifeños levandados en armas. Al entrar en servicio los guardacostas de la serie Recalde, fue destinado a efectuar servicios de apostadero, por puertos peninsulares, que duraron hasta poco antes de la guerra de 1914, volviendo aún, aunque por poco tiempo, a la costa norte de Marruecos. Ya, desde los años veinte, quedó el barco inútil, siendo adquirido por los astilleros de Echevarrieta, de Cádiz, y, en 1926, quedó definitivamente eliminado de la lista de buques de la Armada. De las mismas características de éste fueron los denominados "María de Molina" y "Marqués de la Victoria", que prestaron también análogos servicios. Digamos que desde que este "Alvaro de Bazán" quedó excluido de dicha lista, su nombre no ha vuelto a ser llevado por ningún otro buque.
J.F.G.
(De la R.G.M. de julio de 1988)
Ya, años más tarde, y en los astilleros de Vila y Compañía, de La Graña (El Ferrol), fue botado, el 14 de agosto de 1897, el "Alvaro de Bazán", construido bajo la dirección del ingeniero naval don Andrés Comerma. Sus principales características eran: Desplazamiento y dimensiones, 823 toneladas; eslora 71,92 y manga 8,25; 17 nudos de velocidad; propulsión, 2 H. dos máquinas dobles de triple expansión y calderas tipo locomotora, potencia a tiro forzado, de 2.500 a 3.500 caballos; armamento, ocho piezas Nordenfelt de 57 mm y dos ametralladoras de 7 mm; la dotación era de 125 hombres. Como crucero de tercera clase, más bien cañonero, sus máquins fueron construidas por la Maquinista Terrestre y Marítima, de Barcelona; por el año 1910 sufrió algunas reformas en su estructura. Intervino, año 1907 , durante los sangrientos sucesos ocurridos en Casablanca, bombardeando la plaza y enviando un destacamento para protección de nuestra representación consular y de los intereses y vidas de los españoles allí residentes. Por el año 1909 también intervino en las operaciones contra los rifeños levandados en armas. Al entrar en servicio los guardacostas de la serie Recalde, fue destinado a efectuar servicios de apostadero, por puertos peninsulares, que duraron hasta poco antes de la guerra de 1914, volviendo aún, aunque por poco tiempo, a la costa norte de Marruecos. Ya, desde los años veinte, quedó el barco inútil, siendo adquirido por los astilleros de Echevarrieta, de Cádiz, y, en 1926, quedó definitivamente eliminado de la lista de buques de la Armada. De las mismas características de éste fueron los denominados "María de Molina" y "Marqués de la Victoria", que prestaron también análogos servicios. Digamos que desde que este "Alvaro de Bazán" quedó excluido de dicha lista, su nombre no ha vuelto a ser llevado por ningún otro buque.
J.F.G.
(De la R.G.M. de julio de 1988)