Piratas

En el verano de 1716, Harry Beverley botó una embarcación. la "Virgin of Virginia", para destinarla al comercio con las Antillas.

Informado de que los españoles pagaban bien a quienes les ayudaban a recobrar los tesoros de sus barcos hundidos, acudió a Florida con este fin. El gobernador de Virginia le dio la correspondiente autorización con la advertencia de que no molestase a los españoles en su trabajo, pues se habían dado varios casos de piratería contra los españoles que recuperaban tesoros, y no quería que se pusiese en peligro la paz entre Inglaterra y España.

Cuando el "Virgin of Virginia" se acercó al buque español "San Juan Bautista", éste hizo fuego contra él, ordenando a Beverley que subiese a bordo. Incompresiblemente la tripulación del "Virgin of Virginia" confesó que, en contra de lo que habían prometido al gobernador inglés, se dirigía a Jamaica para unirse a los piratas del Caribe. El capitán del "San Juan Bautista" embarcó una dotación de presa en el barco inglés y se lo llevó a Puerto Rico, de allí a Santo Domingo y, por último, a Veracruz, donde fue vendido.

Este incidente estuvo a punto de provocar un conflicto internacional. Pero el propio Beverley, que logró huir de Veracruz, donde se hallaba en prisión, confesó al llegar a Virginia el año 1717 que todo había ocurrido por las hordas de malhechores que pululaban en las Bahamas a la expectativa de buscar fortuna en la mar.

P.C.

(De la R.G.M. de mayo de 1973)