Por el año 1792 se ordenó la construcción de "caminos y carreteras de travesía, puertos y canalización de ríos, particularmente el llamado Nalón", de esto fue encargado el ingeniero en jefe de Marina, capitán de navío don Fernando Casado de Torres, a la sazón destinado en el Departamento Marítimo de Cádiz. Se construyó el trozo comprendido entre Sama de Langreo, donde se instaló "una fábrica de coque", y San Esteban de Pravia, "unas doce leguas"; para ello se estrechó el río con estacadas, uniformándose su cauce y efectuándose una lipieza general del mismo. Su anchura mínima debería ser de "cuarenta pies", a fin de que "pudieran cruzarse sin dificultad dos chalanas"; en la margen derecha se abriría un camino "para que tirasen los caballos, repostando cada legua". En San Esteban de Pravia se construiría un puerto, "haciendo obras en la peligrosa barra del río y rompiendo varias peñas que estorbaban la entrada". El coste de la obra se calculaba en tres millones de reales, qu eserían pagados "con un adelanto sobre los carbones necesarios en Cádiz". Por los finales de 1793, don Gaspar Melchor de Jovellanos reconocía su funcionamiento.
Las chalanas más grandes, que empleaban seis hombres, podían cargar doscientos quintales, tardando seis días en el viaje; el transporte del quintal "resultaba á real y medio". Pese a ello, la obra no tuvo éxito, ya que se tropezaba con dificultades "para remontar las chalanas"; además, ésta (la obra) era de madera, en lugar de piedra, por lo que resultaba caro su entretenimiento y "se arruinaba".
Ya a partir de los años 1780 y siguientes aumentó el interés por el empleo del carbón, que era de una gran utilidad para barcos, arsenales, ferrerías, etc., por lo que se encargó a Jovellanos hiciera un estudio de los yacimientos carboníferos en Asturias, y a Casado para "importar la moderna técnica inglesa."
El Cuerpo de Ingenieros de Marina fue creado por real orden de 10 de octubre de 1770. Constaba de un ingeniero general, de varios ingenieros directores, otros en jefe, en segundo, ordinarios, extraordinarios y ayudantes; su uniforme era el mismo que el de los oficiales de la Armada.
L.F.F.
(De la R.G.M. de julio de 1988)