Después de la fundación de Bogotá por Gonzalo Jiménez de Quesada, cuya expedición había sufrido penalidades infnitas, cuando se disponía a regresar para dar cuenta de sus exploraciones, apareció Federmann, que después de un viaje de cuatro años llegaba de Venezuela con un grupo de soldados hambrientos. Y la sorpresa de ambos fue grande cuando se presentó Benalcázar con una columna de hombres perfectamente equipada. Todo ello es una muestra magnífica de la actividad exploradora de los españoles en las nuevas tierras.
Y como a la actividad exploradora iba unida la inquietud colonizadora, diremos que Benalcázar llevaba consigo una mana de cerdos, animales desconocidos para los indios, y Federmann, perros. A éste se le atribuye también haber introducido las aves de corral en el reino de Nueva Granada, pero habrá sido una expedición, porque si no es inexplicable que sus soldados llegasen hambrientos.
P.C.
(De la R.G.M. de abril de 1973)