Este hijo ilegítimo del descubridor con Beatriz Enríquez de Arana fue un veradero hombre del Renacimiento. De gran cultura y con una preparación científica increíble para aquella época, logró formar una biblioteca con unos 15.000 volúmenes, libros que fue adquiriendo en más de ochenta viajes que hizo por Europa entre los años 1512 y 1537. Es fácil suponer que la gran mayoría eran incunables.
Toda esta Boblioteca Colombina fue obra personal suya, pues fueron pocos los libros que heredó su padre. Quizá el mérito mayor se halle en los índices o registros que dejó, que son una admirable muestra de su erudición.
Esta biblioteca, aunque la dejó en su testamento a su sobrino Luis, pasó después a manos del Cabildo de la catedral de Sevilla, donde actualmente se halla, bastante mermada, por cierto.
P.C.
(De la R.G.M. de mayo de 1973)